A continuación, podrás leer toda la biografía de Salvador Dalí.
¿Quién es Salvador Dalí?
Dalí es una de las figuras del arte español más polémicas de la historia, amado por muchos, odiado por otros.
Todo sobre su historia

Biografía de Salvador Dalí: Su infancia
Dalí nació el 11 de mayo de 1904 en Figueras, Barcelona.
Nueve meses antes de que él naciera, su hermano mayor murió a la temprana edad de 22 meses a causa de un catarro. Debido a que sus padres le pusieron el mismo nombre de su hermano «Salvador», Dalí creyó a lo largo de su vida que él era la forma reencarnada de su propio hermano muerto.
Dalí era un niño ansioso, curioso, tímido y solitario, con un talento temprano para la pintura y un miedo tremendo hacia los saltamontes. Su madre lo apoyaba mucho respecto a sus aspiraciones artísticas, cosa que a su padre no le hacia tanta ilusión, pues él era un hombre de números.
Dalí creció junto a una hermana 4 años menor que él veraneando en Cadaqués, lugar donde conoció a un reconocido artista local. Este al ver los dibujos de Dalí, logró convencer a su padre de que podría llegar lejos y consiguió que lo enviara a clases de pintura. Allí aprendió bastante sobre la pintura y con 14 años ya ganó un premio durante una exposición colectiva en el teatro municipal de Figueras.
Por desgracia cuando Dalí tenia 16 años, su familia se vio golpeada duramente cuando su madre enfermó de cáncer de útero y murió. Siendo este el momento más impactante de su vida, Dalí se juró a si mismo que nunca moriría, que había decidido ser inmortal.
Biografía de Salvador Dalí: Su juventud
Cuando Dalí tenía 18 años, se matriculó en la escuela de bellas artes de Madrid. Donde enseguida comenzó a llamar la atención debido a su carácter excéntrico.
Lucía una larga melena con patillas, gabardina y medias, como queriendo parecerse al mismísimo Velázquez.
En la residencia de estudiantes en la que se alojaba, entabló una estrecha amistad con el joven poeta Federico García Lorca, otra futura gran figura del arte español.
A la edad de 22 años, Dalí no pudo finalizar la carrera debido a que fue expulsado justo antes de que los exámenes finales comenzaran. Al parecer, fue expulsado porque dijo que allí no había profesores lo suficientemente competentes como para juzgar su obra.
En 1929 Dalí ya con 27 años, viajó a Paris y colaboró con el director de cine Luis Buñuel, un amigo suyo de la residencia de estudiantes. Entre ellos crearon la famosa película «Un perro andaluz», en la que se mostraban escenas típicas del surrealismo.
La película fue todo un éxito entre los surrealistas.
Un perro andaluz
En agosto de ese mismo año, Dalí conoció a su futura esposa, Gala. Gala era una inmigrante rusa once años mayor que él, que en aquel tiempo permanecía casada con otro hombre. Dalí se enamoró de ella a primera vista y entablaron finalmente un relación, Gala poniendo fin a la que tenía anteriormente con su marido.
Durante ese mismo año, Dalí continuó exponiendo regularmente ya como profesional y se unió oficialmente al grupo surrealista.
En el ámbito doméstico, la relación de Dalí con su padre estaba cerca de la ruptura. Este se oponía al romance del joven artista con Gala y condenaba su vinculación con los artistas del surrealismo por considerarlos como «una panda de degenerados morales».
La tensión fue en aumento, hasta culminar en un enfrentamiento personal a raíz de una noticia sobre Dalí. En esta noticia de la prensa se leía que Dalí comentó que: «En ocasiones, escupía en el retrato de su madre para entretenerse». Su padre después de esto, lo desheredó, echó de casa y le prohibió regresar jamás a Cadaqués.
En 1931, Dalí pintó una de sus obras más célebres, «La persistencia de la memoria». Obra en la que según algunas teorías ilustró su rechazo del tiempo como una entidad rígida.
La persistencia de la memoria

Dalí llegó a Estados Unidos 3 años más tarde. La exposición de algunas de sus obras incluida la célebre Persistencia, levantó un enorme revuelo en Nueva York y se organizó un baile en su honor.
Ese mismo año Dalí y Gala ofrecieron un baile de máscaras en Nueva York. En este baile fueron disfrazados del bebé Lindbergh y su secuestrador, en alusión a un dramático suceso que había sacudido a los estados unidos recientemente. A consecuencia de este espectáculo de mal gusto, se levantó un escándalo en la prensa y Dalí tuvo que pedir disculpas públicamente poco después. Pero la fama alocada y surrealista de Dalí ya estaba sembrada.
Su expulsión del surrealismo
Aunque la mayor parte del surrealismo se había adscrito a ideas políticas de izquierda, Dalí mantenía una posición ambigua. Los líderes del grupo surrealista lo acusaron de defender lo «nuevo» e «irracional» del fenómeno hitleriano, acusación que Dalí negó.
Dalí insistía en que el surrealismo podía existir en un contexto apolítico y se negó a denunciar públicamente el régimen fascista alemán. Por lo que a finales de 1934, Dalí fue sometido a un «juicio surrealista» del cual resultó en su expulsión del movimiento. Ante esto, Dalí respondió con su célebre frase, «Yo soy el surrealismo».
En 1940 con la Segunda Guerra Mundial arrasando Europa, Dalí y Gala huyeron a los Estados Unidos, donde vivieron al rededor de ocho años.
Durante esos años, Dalí diseñó ilustraciones para ediciones traducidas al inglés de clásicos como el Quijote. También aportó decorados para la película Spellbound de Alfred Hitchcock y emprendió junto a Walt Disney en la realización de una película de dibujos animados, «Destino», la cual nunca se llegó a terminarse.
Esta fue una de las épocas más fructíferas de su vida, pero también fue muy discutida por los críticos que veían como Dalí difuminaba la frontera entre arte y bienes de consumo.
Biografía de Salvador Dalí: Sus últimos años
Desde 1949, Dalí se mudó de nuevo a Cataluña. El hecho de que eligiese España para vivir en tiempos de la dictadura, hizo que algunos de sus antiguos amigos lo hicieran blanco de nuevas críticas.
Dalí siguió trabajando en su fama creciente y pudo convertirse en la segunda persona de España con más spots televisivos después de Franco. Además de convertirse en el creador del logo de la famosa marca chupa-chups.
Al final de su carrera, Dalí no se limitó solo a la pintura, sino que siguió desarrollando nuevos procesos y medios experimentales. Fue incluso en uno de los pioneros de la holografía artística.
Ya durante sus últimos años, artistas como Andy Warhol proclamaron al catalán como una de las influencias más notables del pop art.
En 1980, Dalí comenzó a contraer síntomas de Parkinson, lo que lo forzó a dejar de pintar a la edad de 76 años.
Cuando Gala murió poco después con 87 años, Dalí perdió su deseo de vivir, dejando incluso de comer y beber durante un largo periodo de tiempo.
Finalmente Dalí murió de insuficiencia respiratoria el 23 de enero de 1989, a la edad de 84 años. Actualmente permanece enterrado en una cripta bajo el teatro de Dalí de Cataluña, a tan solo 500 metros de la casa donde nació.
Obras de Salvador Dalí
Los cuadros y pinturas de Salvador Dalí son de especial importancia para la historia del arte surrealista. A continuación, te mostramos una pequeña galería de sus mejores obras.
Cristo de San Juan de la Cruz El gran masturbador Galatea de las Esferas La persistencia de la memoria Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar La metamorfosis de Narciso
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